Seminario de Textos

En este seminario J. Lacan construye una nueva teoría de la estructura con los cuatro discursos que distingue. Supone un corte epistemológico respecto al lugar central que otorgaba al Nombre del Padre.

Cada uno de los discursos cumple la función de mantener el goce dentro de los límites del placer.

En una nueva vuelta a Más allá del principio del placer, despoja al psicoanálisis de sus velos, reduciéndolo a su esqueleto: el discurso del analista, que contrapone al discurso del amo.

La llave de este seminario es lo que Freud llamó la repetición, a partir de la cual replantea el psicoanálisis en su conjunto, despliega un nuevo recorrido por el caso Dora y el mito de Edipo, exponiendo diferentes figuras del Padre para concluir que no se trata del sentido, sino del goce.

La frase central de todo el seminario es “Que todo aquello con lo que nos enfrentamos lo determina esencialmente la repetición” La experiencia subjetiva no se vehicula a través del sentido sino de un rasgo unario que se repite. Ese rasgo es la marca del significante sobre el cuerpo; marca que designa que allí hubo un goce que se perdió.

Para concluir, en la última parte, y también desde el discurso del analista, Lacan se centra en las variantes del discurso del Amo en la vida contemporánea y problematiza el concepto de verdad, oponiéndolo a lo que no cesa de no escribirse: el goce.